Muchos
creen que los asesinos en serie son un fenómeno reciente. Nada puede estar más
alejado de la realidad. Los asesinos en serie, los más horrendos de todos los criminales, han
estado siempre allí, merodeando en busca de víctimas descuidadas.
Este
es el caso de muchas víctimas de jóvenes que sucumbieron a un asesino en serie.
Corría el 5 de septiembre de 1984, un hombre que caminaba por Tolata en
dirección a la avenida para tomar movilidad para ir a su trabajo, se encontró
con el cuerpo desnudo de una joven mujer, parcialmente enterrado en la tierra,
la misma había sido decapitada.
Se
controló su descripción con los informes de personas desaparecidas, pero jamás
fue identificada. Por la descripción de los comunarios no conocían a la joven
mujer, no contentos con decapitarla también trataron de quemarle las huellas
dactilares para no ser identificada, no se halló arma alguna, pero si huellas
de haber sido arrastrada, lo cual indicaba que no ocurrió el asesinato en el
lugar, junto a los exámenes se aclaró que también fue violada de una forma
brutal, tenía toda la vagina destrozada, pero ni rastros de semen que indique
algo para tomar las muestras de laboratorio.
Por
entonces, la Policía no sabía que ésta sería la primera de una serie de
asesinatos que posteriormente serían conocidos con el nombre de los Asesinatos
de Tolata, nombre elegido por el cuartel que hay en la región.
Un año más tarde, el 23 de septiembre de 1985,
los cuerpos de dos hombres fueron hallados en la esquina de la avenida, muy
cerca al cuartel. Los dos cuerpos estaban desnudos, no tenían cabezas y sus
penes habían sido cortados. Las cabezas se recuperaron en forma separada,
enterradas a corta distancia de los cuerpos. Una vez más se evidencio que
tenían el recto perforado, esta vez no había signos de haber sido vejados, pero
si utilizaron un instrumento punzante
para ello, pero una vez más no había evidencia de ser personas del lugar ni
siquiera si habían cometido el crimen en el lugar, se puso evidenciar que
habían sido traídos de otro lugar.
Se
encontraron algunas pistas en el lugar del crimen, un saco azul, una camisa, un
gorro, una linterna y un pedazo de soga. Todo fue enviado al laboratorio de
policía para su análisis.
Los
intentos por investigar estos elementos fallaron. Parecía que los mismos habían
sido dejados por el asesino para
despistar a los investigadores. La identificación de las huellas digitales de
uno de los cuerpos permitió reconocerlo como Milton Maita, jamás se supo quién
era el otro.
El
pasado de Milton fue estudiado completamente con la esperanza que algún indicio
sería descubierto y conducía a a policía hacia el asesino. Milton fue un
travesti que frecuentaba los bares locales, en busca de compañía. Algunas veces
se hacia pasar por medico y había sido arrestado por examinar a pacientes
mujeres. Cuatro días antes que su cuerpo
decapitado fuera encontrado había dejado la casa que alquilaba a las 8 de la
noche y no fue visto con vida nunca más.
Dos
cosas confundían a la Policía. Un tipo de sustancia conservadora había sido
utilizada sobre los restos del cuerpo decapitado encontrado en Tolata. La misma
fue aplicada al hombre no identificado, encontrado más recientemente. Otro
eslabón era la habilidad con que todas las cabezas habían sido cortadas. ¿Es
posible que un loco anduviera suelto, matando sistemáticamente y decapitando
tanto a víctimas masculinas como femeninas?
Por
todo lo expuesto y descubierto se pudo deducir que probablemente era un médico,
o que tenía algún estudio sobre medicina, puesto que los cortes eran casi
perfectos, pero también se buscaba un por qué?
Cuatro
meses después que los dos cuerpos fueron encontrados, una mujer informó que una
canasta con carne había sido dejada en el callejón detrás de la hacienda
duraznera de doña maría, justo colindante a la avícola que hay en el lugar . La
canasta resultó contener el brazo derecho, la parte inferior del torso y los
muslos de una mujer, estaban hábilmente cortados, y parecía haber sido
congelados puesto que la sangre ya estaba congelada.
Trece
días más tarde las piernas y el brazo izquierdo fueron hallados detrás de un
edificio abandonado sobre la avenida. La cabeza de esta víctima nunca fue
encontrada, pero una huella digital la identificó como la Sra. Cristina Arce,
una prostituta alcohólica de cuarenta y dos años, que solia realizar su trabajo
en la zona de la aroma, muchos la conocían como una mujer buena, y complaciente
con los clientes, pero como no estaba afiliada a ninguna casa y siempre andaba
rondando por la noches en el sector, lo único que sabían era que era una
persona solitaria, no tenía hijos, ni nadie que pudiera reclamarla.
Cristina
había abandonado a su esposo hacia trece años. Hugo Arce viajó desde Villazon
para identificar las partes del cuerpo de su esposa. Pasaron semanas investigando
el pasado de Cristina, pero todos los esfuerzos fueron vanos para descubrir al asesino. Ni siquiera su esposo
sabía su paradero hasta ahora, cuando ya estaba muerta y descuartizada.
El
carnicero loco de Tolata, como se lo llamaba ahora, mató tres veces más durante
el mismo año. Esta vez fueron todas mujeres… cuerpos desmembrados, vejados, y
de dos de ellos no se encontraron sus cabezas.
El 5
de junio de 1986, dos muchachos jóvenes del cuartel mientras hacían sus
ejercicios de madrugada encontraron la cabeza de un hombre envuelta en un
pantalón, no había huellas de sangre en la ropa. Al día siguiente un trabajador
ferroviario encontró la parte del torso correspondiente a un cuerpo nuevamente,
cierto grado de habilidad había sido utilizado para separar la cabeza del cuerpo.
La policía se encontraba aún tratando de identificar a esta última víctima
cuando, dos meses más tarde, apareció otro cuerpo decapitado. Esta vez, la
cabeza se encontraba a solo un metro del cuerpo y la escena del crimen indicaba
que el mismo había tenido lugar donde el cuerpo fue hallado ¿por qué el
carnicero loco cambio el modelo de dejar los cuerpos en lugares seleccionados?
Todos
muy cerca del cuartel, y aunque se estableció una estrecha vigilancia a todo el
sector, nadie veía nada ni escuchaba nada, lo cual era más raro todavía, era
como si el carnicero fuera invisible o como si pusiera un polvo de sueño sobre
los policías para que no vieran ni escucharan nada.
El
10 de septiembre, al lado de un dormidero de vagabundos en orilla de un riachuelo
de Tolata, muy cerca de la iglesia, fue encontrado el torso de un hombre
flotando en una laguna de agua estancada. El cuerpo había sido castrado con la
misma habilidad quirúrgica de las victimas anteriores. La cabeza jamás se
encontró. Pero este a diferencia de los demás no fue vejado, ni lastimado.
Uno
puede imaginar el efecto que esta serie de extraños asesinatos tuviera sobre
los habitantes de la población. El carnicero loco de Tolata, era el principal
tema de conversación en la comunidad. Los visitantes evitaban la ciudad. Los
vagabundos y vagos viajaban en grupos. La ciudad de Tolata estaba atemorizada,
y procuraban no salir de sus casas, el terror se apodero de la gente, y lo peor
es que la policía no hacía nada o no encontraba nada.
El
carnicero loco se tomó unas vacaciones de sus macabros asesinatos, hasta el 23
de febrero de 1987 cuando un cuerpo de mujer apareció en un rio, cerca del
lugar donde había sido encontrada la
victima numero uno. La identificación fue imposible ya que los brazos y la
cabeza jamás fueron hallados. Parecería que todo estaba comenzando de nuevo.
El
informe del forense, emitido luego del último asesinato, señalaba las
condiciones similares de los cuerpos de las victimas. “Es la forma peculiar de disección
de los cuerpos lo que agrupa a todos estos casos. Todos muestran que las
cabezas fueron separadas de los cuerpos a través del disco intervertebral por
medio de un cuchillo afilado. Los casos número cuatro, siete y ocho, muestran
además que los cuerpos fueron limpiamente
separados por las articulaciones del
hombro y la cadera, aparentemente , mediante una serie de cortes alrededor de
las curvaturas de las articulaciones y luego
mediante una flexión violenta, tirando la cabeza fuera de la
articulación de la cavidad y cortando la cápsula.
Los
torsos fueron posteriormente seccionados a través del abdomen, los casos cuatro
y siete el cuchillo se uso en los discos intervertebrales. El número cuatro fue
además mutilado mediante la desarticulación total de las articulaciones de la
rodilla, fracturando la mitad de los huesos de los miembros inferiores y
cortando el abdomen hacia abajo a través de los huesos del pubis. La piel, los músculos,
los vasos sanguíneos y los cartílagos fueron prolija y precisamente cortados.
“El
procedimiento seguido por estos casos nos sugiere que la disección fue
efectuada ya sea por un lego altamente inteligente o, más probablemente, por
una persona con cierto conocimiento de anatomía, tal como un médico , un
estudiante de medicina, un enfermero, un asistente, un carnicero, un cazador o
un veterinario cirujano”.
Los
cuerpos siguieron apareciendo con el signo distintivo del Carnicero Loco. El 6
de Julio de 1987 partes del cuerpo de un
hombre fueron extraídas del Rio del lugar. Durante el resto de 1987/1988,
fueron encontrados dos cuerpos más cerca de Tolata. El 16 de agosto de 1988
tuvo lugar el último asesinato y la pesadilla que azotaba Tolata terminó
abruptamente.
De
tanto en tanto, eran arrestados sospechosos pero todos eran liberados al
comprobarse su inocencia. Unidades especiales de Policía se formaron para perseguir y atrapar al carnicero pero también fallaron. Muchos hombres
trastornados confesaron los asesinatos en serie. Estas confesiones resultaron
falsas. Todo estaba envuelto en un completo misterio, la policía ya no sabía qué
hacer, todo volvía una y otra vez al mismo lugar o al mismo comienzo de la
investigación, ya no sabían que hacer o que camino tomar.
En enero
de 1989 el jefe de policía de Tolata, Cristóbal Charro recibió la siguiente
carta, la que se cree es auténtica. Tenía sello postal de Arica-Chile “Ahora
Ud. Puede descansar tranquilo ya que vine a la soleada playa por el invierno.
Me sentía mal operando a esa gente, pero la ciencia debe avanzar. Asombraré a
la profesión médica, un hombre con sólo un título de quiropráctico. Que
significaban sus vidas de comparación con los cientos de cuerpos enfermos y
deformados. Eran solo conejillos de indias encontrados en cualquier calle
pública. Nadie los extrañó cuando fracasé, ahora conozco el sentimiento de Pasteur,
Thoreau, y otros pioneros.
Se
preguntará por que introduje un palo en su recto, solo quería saber el dolor
experimentado en el ser humano al sufrir semejante atrocidad, y solo mirando
sus rostros pude saber por sus expresiones el sufrimiento. Tal vez ustedes
dirán de qué forma puedo contribuir a la ciencia, en realidad , lo hice de
muchas maneras, siempre me llamo la atención el sufrimiento de las violaciones,
fueran estas por donde fueran, y llegue a la conclusión que es realmente
aterrador, así también fue la desmembración que sufrieron las personas. Mi tío
solía decir que el dolor lo puede controlar la mente humana, y obviamente tenía
mucha razón, el dolor se puede controlar solamente en una mente capaz de estar
preparada para ello, pero cuando se lo toma desprevenido el dolor suele ser
abrumador, pero también supe que de solo quitarles un brazo era tanta la
impresión que sentían que lo demás era cosa fácil.
“Ahora
tengo un voluntario que probará totalmente mi teoría. Me llaman loco y
carnicero pero la verdad saldrá a la luz.
He
fallado en todos los casos menos uno. El cuerpo no ha sido encontrado y jamás
lo será, pero la cabeza sin el rostro, está enterrada en los terrenos de la
Naval del lugar. Siento una obligación, disponer de los cuerpos como lo hago.
Es el deseo de Dios que no sufran. Total Dios me envió para eliminar a esa
gentuza que no servía. (Firmado X”)
No
se volvió a saber del Carnicero Loco de Tolata, jamás fueron resueltos los
asesinatos en serie que tuvieron lugar en el lugar.
La
policía estaba completamente fuera de sí, no sabía si era verdad o mentira lo
de la carta, ni sabían si era verdad todo lo que decía la misma, qué secreto
médico encerraba todo ello, para que se hizo todo aquello, realmente valía la pena
la muerte de tantas personas?
Quienes eran realmente esas personas que no se
hallaron identificación alguna, a qué familia pertenecían? Eran o tenían algún
vínculo entre si?, muchas fueron las interrogantes de la policía, pero lo
extraño era que ni siquiera poniendo guardia las 24 horas del día se pudo
frenar todos los asesinatos ocurridos en tan poco tiempo en la localidad de
Tolata.
Estos
y muchos interrogantes siempre quedaran guardados en las carpetas de la
policía, realmente no volvería el asesino o si lo aria una vez transcurrido el
invierno?
Cualquier
similitud es pura coincidencia o no?
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